La indignación desde la responsabilidad y el compromiso es la esperanza de estos tiempos delgados, líquidos, estúpidos que nos toca vivir. Estamos tan faltos de valores como de líderes, tan escasos de racionalidad como de iniciativa. Queremos explicárnoslo todo y entender las razones de todos. Como si dudáramos de nuestros propios principios, estamos dispuestos a escuchar a los imbéciles.Habla de los 'indignados/hooligans' británicos. Curiosamente, el 'ministro' vaticano de cultura hace hoy una reflexión parecida (entrevista hoy en 'El Mundo' en papel) sobre cómo se está difuminando la identidad del Viejo Continente.
A veces, sucesos parecidos me hacen recordar los papanatas de Jordi Barbeta. Rescato un párrafo antiguo:
Aquí ya no se trata de saber qué piensas o qué propones, sino a favor o en contra de quién vas. Y en cuanto te descuidas, ya te han metido en el saco de los indeseables. He rechazado el terrorismo siempre, pero jamás volveré a una manifestación antiterrorista, porque siempre se llenan de gentuza que pide la pena de muerte.
Disclosures:
- Sí, leo 'La Vanguardia'.
- Sí, yo también soy/he sido un papanatas muchas veces. Pero me estoy quitando ;)
